
Ese viejo dicho de que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus creo que no se aplica a mí. Al parecer yo soy de Júpiter.
Esta jupiteriana se autodenomina así porque ha llegado a la conclusión que padece de la neurosis característica venusina pero al mismo tiempo de la indisponibilidad emocional de los marcianos.
¿Una neurótica incapaz de exteriorizar sus sentimientos?
Definitivamente soy de Júpiter.