sábado, 12 de diciembre de 2009

Delirio de persecución


Una noche de terror. El pánico de ver a tu ex luego de un auto-exilio bonaerense que termino de ponerle el último clavo al ataúd de una relación que en realidad estaba muriendo hace rato. La desesperación de que tu actual chico no te contesta el teléfono a pesar que le dijiste explícitamente y en repetidas ocasiones que ese día iban a salir y que lo iban a ver a él.

Vale la pena aclarar que como toda chica de Júpiter soy anti-etiquetas. Nunca he llamado a un chico mi novio, creo que nunca lo hare y no se si quiero hacerlo. En ese sentido soy de lo peor. No quiero decir que es mi novio pero quiero todo lo que un novio conlleva. Pero sin la etiqueta, obvio.

Con el ex, que en realidad no es ex novio, sino mas bien ex chico con el que pase 5 meses increíbles y 5 meses miserables que culminaron magistralmente con huida del país incluida, me paso exactamente lo mismo que me esta pasando con el actual. A los dos los conocí en setiembre, 2008 y 2009 respectivamente. Los dos me buscaron a mí, yo nunca los busque. Y al parecer a los dos cuando empecé a demostrarles que realmente me importan les empece a dejar de importar yo.

Ese rasgo netamente masculino de desinteresarse cuando atrapa a la presa y la cacería termina es algo que me confunde totalmente. ¿Por qué? Si tanto la luchaste para que la susodicha te haga caso porque diablos en el momento en que te dice: “ok, intentémoslo” ya no quieres intentarlo.

Pero este complejo de persecución que al parecer excita a los hombres también lo hace con las mujeres. Sentirse deseada es algo que creo a ninguna mujer le disgusta. Pero al mismo tiempo llego a mi queja ante la situación. ¿Por qué tanto juego? Yo no quiero hacerme la difícil para atraparlo, quiero que me quiera, me lo diga y punto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario